Unos me llaman progresista y otros, conservador.

La misma dignidad tiene el migrante que el no nacido

El semanario católico Vida Nueva, en su nº 3362, del 27 de abril al 3 de mayo de 2024, publica una amplia entrevista a Monseñor Luis Javier Argüello, Arzobispo de Valladolid y Presidente de la Conferencia Episcopal Española. La entrevista ocupa cinco páginas y en ella se tocan muchos temas, entre ellos la sinodalidad, la Iglesia en salida, la polarización dentro de la Iglesia, el aborto, la inmigración, la reforma de los seminarios, la vida de un pastor, etc.

Extractamos los párrafos que, directa o indirectamente, se refieren a los migrantes.   

Otros recuerdan que usted corrió delante de los grises, participó en mítines del Partido Comunista…

Dependiendo de la circunstancia, te sitúan en un lado o en otro. Hace unos días se admitió a trámite en el Congreso de los Diputados la iniciativa legislativa para una regularización extraordinaria de personas extranjeras. He estado muy implicado para que saliera adelante, de formas visibles y no visibles. Desde esa óptica, algunos me llaman progresista. Pero, a la vez, he estado muy en contra de que el Parlamento Europeo incluyera el acceso al aborto en la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE. Si estás en contra del aborto, te consideran conservador; y es verdad, porque quieres conservar la vida que está en el seno de una mujer.

Pero los que dicen que son progresistas por estar a favor del aborto, son lo más antiprogresismo del mundo, porque impiden el progreso de una vida. No se puede ser más antiprogreso. En los mismos diálogos, con las mismas personas, obre aborto y migraciones, he notado que, al abordar la Iniciativa Legislativa Popular (ILP), me dicen: “Qué tío más majo”. Pero cuando al mismo tiempo les digo que la dignitas infinita es la misma para el no nacido, no les gusta tanto.

¿Por qué le cuesta tanto a la Iglesia convencer de que es tan valiosa la vida un migrante en una patera como la del no nacido de una adolescente embarazada?

A veces tenemos dificultad para que el corazón de lo católico ponga en relación unas cosas con otras. En el seno de una mujer embarazada hayuna radical indefensión, porque el no nacido es absolutamente indefenso. Mientras, en las otras situaciones , estando la misma dignidad de la persona en peligro, hay contextos sociales, económico y políticos que entran en discusión, pero nunca pueden anular la dignidad. Así, una nación, desde el punto de vista de la Doctrina Social de la Iglesia, no tiene obligación de recibir a todos los que vienen, y hay que ponerlo en juego. Por un lado, aparece la radical dignidad de todos. Por otro, no podemos acoger a todos. Entonces hay que hacer  lo que los médicos llamarían  triaje, un discernimiento. Es un asunto de  tela marinera.

Añado más: lo que no cabe duda es que, una vez que las personas están aquí, hay que defender esa radical dignidad. No solamente es legítimo, sino que hay que promover una política de migraciones, por llmarla así, que desborda las atribuciones de un Estado. Es una política, en nuestro caso, correspondiente a Europa, en la que se deben abordar las causas. Por eso entiendoque se pueden dar matices. Pero, una vez que una persona ha llegado en una patera y está en una playa, en algnos casos su grado de indefensión es similar al del bebé que está en el seno de su madre.

La óptica de la Iglesia tiene una sensibilidad especial siempre por aquel que es pobre entre los pobres. Por un lado está el desvalimiento terrible del que está en el seno materno. Por otro, está el desvalimiento radical de quienes han venido en una barca, engañados, expoliados, que llegan sin un papel, sin nada de nada, muertos de frío y de hambre.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver Política de cookies
Privacidad