Migrantes de los que nunca se sabrá nada

María Martínez López Madrid

FUENTE: Alfa & Omega, nº 1323, 28 Sept. / 04 Oct. 2023, págs.. 8 y 9

Más de uno de cada diez muertos por las inundaciones en Libia era extranjero. Es imposible saber cuántos han desaparecido y hay además 40.000 nuevos desplazados

Más de uno de cada diez fallecidos en las inundaciones de Libia era extranjero. Con ya 4.000 muertos registrados, la Organización Mundial para las Migraciones informa de que al menos 429 eran de Egipto, Sudán, Palestina o Bangladés. Más difícil es saber cuántos siguen desaparecidos. Los libios arrastrados por el agua el 10 de septiembre tienen quien los busque. Pero muchos extranjeros eran fantasmas en el país. Rula Amin, portavoz de ACNUR sobre Libia, explica a Alfa y Omega que de los 50.000 Más de uno de cada diez muertos por las inundaciones en Libia era extranjero. Es imposible saber cuántos han desaparecido y hay además 40.000 nuevos desplazados refugiados y solicitantes de asilo que tienen registrados, 1.000 estaban en Derna, epicentro de la catástrofe. Pero son conscientes de que en la zona vivía un gran número de personas de Sudán y Siria que no constan en sus datos. Extrapolando los datos de fallecidos, puede estimarse que de las 8.500 personas que siguen desaparecidas, entre 800 y 900 pueden ser extranjeras. Si no aparecen sus cuerpos y no constaban en ningún sitio, es probable que sus familiares no lleguen nunca a saber siquiera por qué desaparecieron.

A este drama se suma el de los desplazados internos por el conflicto en el país. «Más de 46.000 libios se encontraban desplazados en la zona este», la más afectada, «incluidos 2.800 en Derna. Muchos de ellos se han tenido que trasladar de nuevo». A ellos se suman 40.000 nuevos desplazados, 30.000 de Derna. «Ya no tienen un hogar al que volver». Las necesidades «son inmensas: refugio, agua, alimentos, medicinas y apoyo para afrontar el trauma». ACNUR ya ha hecho llegar al país 53 toneladas de ayuda. Pero «será esencial la asistencia a largo plazo y un acceso sostenido y sin impedimentos». Todo un reto en un país cuyo control se dividen el Gobierno de Trípoli y el llamado Ejército Nacional Libio, que controla la zona este del país, la más afectada por el desastre. Y cuyo respeto a los derechos de los migrantes ha sido criticado por diversas entidades.