Elma Saiz, ministra de Migraciones, alaba el mensaje de Francisco y la labor misionera
Elma Saiz
«Los misioneros son los mejores conocedores de las personas perseguidas»
ENTREVISTA / La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones atiende a Alfa & Omega
Cristina Sánchez Aguilar Madrid
FUENTE: Allfa & Omega, nº 1400, 22 a 28Mayo 2924, pás. 14 y 15
¿Cómo valora usted el trabajo que está haciendo la Iglesia en materia migratoria? De hecho, por ejemplo, en Italia funcionan muy bien los corredores humanitarios que ha implementado Sant’Egidio en Italia y que, en varias ocasiones, se han propuesto para ponerlos en marcha en España.
—En nuestro país, en lo que tiene que ver con la gestión del asilo, es el propio Estado quien asume la gestión, la protección y, además, siendo absolutamente tajantes a través de dos herramientas: la primera, luchando contra las mafias de manera contundente. Precisamente, la reforma del reglamento de extranjería que entró en vigor el pasado martes lo es mucho más, siendo absolutamente conscientes de que es necesario ofrecer transparencia, pero siendo firmes contra quien quiera hacer el mal y traficar con personas.
La segunda herramienta tiene que ver, por supuesto, con toda la labor que hacemos con los países de origen. Sabemos que las personas solicitantes de asilo son personas con una especial vulnerabilidad y que su vida está en peligro porque son perseguidas por diversas cuestiones. De hecho, las entidades de la Iglesia que trabajan en el ámbito migratorio están contentas con la reforma en ciertos aspectos, sobre todo con el tema del visado y, por ejemplo, el arraigo social que facilita. Pero es cierto que están preocupados por la situación de la protección internacional.
¿Hay algún plan B si hay alguna ocasión en la que haya un desamparo de personas que realmente necesitan la protección internacional?
—Fíjese, yo soy consciente y, de hecho, así es cuando hago viajes internacionales. Es difícil que todo sea perfecto. Precisamente, valoro de forma especial a las personas voluntarias y todo lo que tiene que ver con el trabajo que hacen los misioneros fuera de nuestras fronteras; son ellos los mejores conocedores de la especial vulnerabilidad que tienen las personas que son perseguidas. Hemos visto los conflictos bélicos que hay en los últimos años en África por diversas cuestiones, pero la persecución pone en peligro las vidas por cuestiones religiosas, por cuestiones de discriminación, por cuestiones políticas.
Por eso, somos muy conscientes de que hay que proteger especialmente esa vía del asilo, que es la vía de la solicitud de la protección internacional. Con este reglamento tenemos especialmente protegida esa vía del asilo, para que no haya confusión. En ese sentido, la nueva reforma, además, ha pasado una serie de trámites muy importantes, con un informe favorable del Consejo de Estado, y, además, se ha practicado la escucha. Han sido muchas las entidades que han hecho aportaciones y que se han visto reflejadas en él. Después de doce años es una reforma muy profunda y es nuestra principal herramienta para la migración regular. Recientemente visitó en Senegal proyectos de emprendimiento puestos en marcha por migrantes retornados, enmarcados en la estrategia del retorno voluntario.
Hábleme de este retorno y sus luces y sombras.
—Senegal es un país con importantes cifras de retorno y es absolutamente conmovedor visitar la playa de Kayar, donde tuve la ocasión de escuchar las experiencias de personas que habían sido partícipes de estos programas de retorno productivo. Uno de ellos hacía muchísimos años que emigró a España en su cayuco poniendo en riesgo su vida y era una de las personas retornadas que, gracias a este programa, contaba la importancia de haber podido transformar su cayuco en una importantísima herramienta para pescar, para progresar e incluso, además, para propiciar a su entorno familiar una oportunidad, un presente y un futuro en Senegal.
Y es muy interesante que también se haga eco de que se puede retornar de una manera segura y saliendo adelante con éxito en ese proceso. La inmigración irregular y las vidas que se pierden en el mar son un drama humanitario; lo sabemos aquí, en España, y lo saben mucho mejor en un país como Senegal. El proyecto de Hospitalidad Atlántica de la Iglesia española tiene como objetivo que haya un movimiento seguro de los migrantes poniendo en contacto la Iglesia en origen, la Iglesia en tránsito y la Iglesia en destino.
¿Podría ser interesante, ahí se lo dejo, hablarlo en algún momento para que se compartan experiencias y así poder remar hacia la misma orilla a nivel eclesial-gubernamental?
—Yo querría compartir que estoy absolutamente cómoda y me siento muy identificada con el discurso que tenía el Papa Francisco relacionado con las personas migrantes, en todo lo que tiene que ver con poner en valor a la población migrante, los derechos humanos y las oportunidades. Así que todos los esfuerzos suman para poner en el centro a cada una de las personas que tienen detrás un proyecto de vida y un proceso de migración.
El presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, en el discurso de apertura de la Asamblea Plenaria habló del apoyo de la Iglesia a la iniciativa legislativa popular (ILP) que pide la regularización de medio millón migrantes; más ahora, que dentro de la nueva reforma hay una parte que sale beneficiada, pero otra parte que no.
—Yo soy muy consciente de que la ILP está avanzando en el Congreso de los Diputados. Es importante que se produzca este debate que despierta un importante interés social. De hecho, en los últimos meses he tenido diferentes encuentros con diversas asociaciones sobre esta cuestión. Mi lugar siempre va a estar al lado de las personas migrantes y todo lo que tenga que ver con defender el interés general.
Pero yo también quiero poner en valor que, en primera persona, me comprometí a una importantísima norma, que acaba de ver la luz, con una importantísima figura que se amplía hasta cinco supuestos, que son nuestros arraigos; personas que tengan ya un vínculo a diferentes niveles, de manera formativa, por familiares, por venir a buscar un empleo, por tener un derecho a una segunda oportunidad o por, incluso, tener un informe favorable de los servicios sociales. Con esa figura, en los próximos tres años, en torno a un millón de personas van a ver su situación administrativa regularizada. Una propuesta que la Iglesia está trabajando mucho aquí es la integración y la acogida de los menores no acompañados cuando cumplen 18 años, ya que se quedan fuera del sistema.
¿Qué posibilidades habría de que esa autonomía se pueda dar cuando realmente ellos estén preparados para poder subsistir por sí mismos?
—Yo contestaría en este sentido con tres cuestiones. En primer lugar, hay datos que son positivos en este sentido. Gracias a la reforma anterior del reglamento, hay más de un 60 % de los jóvenes, muchos de ellos extutelados, que están dados de alta en la Seguridad Social. En segundo lugar, quiero poner en valor el acuerdo alcanzado recientemente con ese importante decreto que habla de la solidaridad de todas las comunidades autónomas en el sentido de acoger en todo el territorio de nuestro país a los niños y niñas que vienen en una situación de vulnerabilidad. Y, en tercer lugar, en lo que tiene que ver con la integración, estamos trabajando intensamente para que vea la luz después del verano precisamente nuestro plan de integración y convivencia como un conjunto de derechos y deberes, además de a través de la cogobernanza con entidades locales y con comunidades autónomas, que nos haga ser una sociedad más justa, más cohesionada y más inclusiva.
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«León XIV conoce en primera persona qué significa ser migrante»
«Estoy muy emocionada por la elección del nuevo Pontífice. En un contexto internacional complicado y convulso como el actual, León XIV habló en su primer discurso de paz, de tender puentes, de defender a los más vulnerables o de la necesaria protección de los migrantes», asegura Elma Saiz, ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, a Alfa y Omega. «Fue toda una declaración de intenciones que apoyo plenamente y que marca un perfil continuista con Francisco que celebro». Sobre el perfil del Papa recién llegado, recalca que «ha sido misionero», lo que supone que «él mismo conoce en primera persona lo que significa ser migrante y creo que va a mostrar la empatía necesaria hacia esta realidad que nos involucra a todos y que yo también defiendo. Recibo su llegada con tremenda ilusión». Para Elma Saiz, la elección de Prevost llega «en un momento clave de relaciones con Estados Unidos». A nivel geopolítico, pero también en el ámbito de las migraciones. «El hecho de que haya salido León XIV supone una oportunidad para fortalecer e impulsar en el contexto internacional los valores y el mensaje que encarna el nuevo Papa». Por último, la ministra confía en que la llegada de León XIV al Vaticano ahonde en el «buen entendimiento que ambas instituciones [Gobierno e Iglesia, N. d. R.] tienen» en la actualidad.
Saiz también quiso dedicar unas palabras al antecesor en la sede de Pedro: «Siempre me he sentido siempre muy identificada» con el Papa Francisco y «muy cómoda con cómo ha desarrollado su papado» en general. «Constantemente ha subrayado valores como el respeto al diferente o la dignidad que todo ser humano merece», que son cosas que «enriquecían mucho nuestra sociedad». En este sentido, la ministra del Gobierno de España cree que «ha muerto un hombre bueno, una persona que defendía a los más vulnerables. Cualquier persona con valores se ha tenido que sentir muy apenado con el fallecimiento de Bergoglio. Ha sido un gran Papa». «