Nuevo reglamento de extranjería: ¿avance o estancamiento?

Luces y sombras del nuevo reglamento de extranjería

FUENTE: Alfa& Omega, nº 1400, 22 a 28 Mayo 2025, pág. 3

El pasado martes entró en vigor el nuevo reglamento de extranjería. La norma fue recibida con alegría y pena a partes iguales por las organizaciones que trabajan con migrantes.

Entre los aspectos positivos, entidades como Cáritas o Red Acoge destacan la reducción del tiempo de residencia exigido —de tres a dos años— para solicitar la regularización por arraigo social.

Sin embargo, también alertan de las consecuencias que tendrá la aplicación del reglamento, sobre todo, para los solicitantes de asilo cuya petición sea rechazada. Mientras esta se tramita —suele tardar entre uno y dos años—, estas personas cuentan con autorización para residir y trabajar. Pero si la solicitud es denegada perderán dicha autorización y, además, deberán esperar dos años más —viviendo ilegalmente— para solicitar el permiso de residencia por arraigo social. Anteriormente, a quienes pedían asilo les contaba el tiempo de residencia desde su llegada, por lo que, si su solicitud no era tomada en consideración, casi de inmediato podían acogerse al arraigo social.

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