Que si vienen, al menos conozcan los riesgos y sepan adonde vienen
Fernando Redondo: Los migrantes «salen a ciegas» hacia Europa
El proyecto Hospitalidad Atlántica, presentado este miércoles por la CEE, busca «ofrecer una información veraz» sobre los riesgos de la ruta «para que quien se está planteando salir de su país de origen tome en libertad la decisión de si migrar o no»
FUENTE: Alfa & Omega, 20 de Noviembre de 2024
Además de su labor profética, la Iglesia tiene la responsabilidad de hablar a través de gestos profundos que subrayen la sociedad que queremos construir. Es la reflexión que ha realizado este miércoles Fernando Cardiñanos, presidente de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y la Movilidad humana de la Conferencia Episcopal Española, que se ha encontrado con los periodistas para hablar del proyecto Hospitalidad Atlántica. «Quiere ser un pequeño gesto significativo en el magno fenómeno de las migraciones», ha indicado.
La iniciativa se enmarca en el documento Comunidades acogedoras y misioneras, publicado por la CEE y recientemente presentado al Papa Francisco. Busca «promover las rutas que sean más seguras para nuestros migrantes» desde la «clave de la hospitalidad y para fomentar la cultura del encuentro», ha afirmado el también obispo de Mondoñedo Ferrol.
Antes de dar paso a Fernando Redondo, nuevo director del Departamento de Migraciones —en sustitución del obispo electo de Sant Feliu, Xabier Gómez—, Cardiñanos ha subrayado que, en el fondo, la iniciativa pretende resaltar dos derechos «que nos preocupan». Por un lado, «el derecho a no migrar. Que no se convierta en algo obligatorio». Por otro lado, «el derecho a migrar, que está reconocido por las propias Naciones Unidas».
«Salen a ciegas»
En su intervención, Redondo ha aludido a los orígenes de la iniciativa, que nació en 2022 tras una consulta del Vaticano a las diócesis implicadas en la ruta por el Atlántico que siguen los migrantes. Ha dejado claro que el objetivo es «ofrecer una información veraz a quienes se embarcan en la ruta atlántica».
Lo que ocurre es que la gente «sale a ciegas», ha reconocido. En este sentido, ha relatado varios episodios de su etapa como delegado de Migraciones de la diócesis de Getafe. «Muchas personas me decían que no sabían nada antes de partir». El problema es que «las familias ven que mandan algo de dinero y se creen que quienes han emprendido la ruta nadan en la abundancia». Y «no se dan cuenta de los peligros que tuvieron que afrontar» y de «la situación tan precaria que tienen en el país» al que han llegado.
Por todo ello, Redondo ha explicado que Hospitalidad Atlántica «lo único que quiere es aportar esa información para que quien se está planteando salir de su país de origen tome en libertad la decisión de si migrar o no». En este sentido son claves una guía y una app que se está distribuyendo ya, principalmente en los países de origen y tránsito, donde viene toda esta información. Estos recursos se complementan con otra guía que ya editó la CEE hace dos años «y que ahora estamos actualizando, en la que aparecen todos los recursos eclesiales donde se ofrecen servicios a los migrantes», ha concluido el director.
El proyecto, cuyo segundo objetivo «es salvar vidas» —cabe recordar que la ruta atlántica es una de las más mortíferas para los migrantes— cuenta con la participación de 26 diócesis de diez países distintos de Europa y África. En España están involucradas las dos de Canarias, Málaga-Melilla y Cádiz-Ceuta.