Nuestro Arzobispo quiere dar protagonsmo a la lucha contra la trata de seres humanos.

La delegación diocesana de trata se desliga del secretariado de migraciones

Cuando aparecieron los nombramientos que hizo nuestro señor arzobispo para el comienzo del curso 2024-25, entre las novedades que llamaron la atención de algunos estaba el nombramiento de nuestra compañera de equipo, Katya María Luisa Palafox Gómez como delegada de la trata. No tanto porque fuese una mujer y, además, seglar o laica la nombrada, porque esto ya está empezando a dejar de ser novedad en nuestra Iglesia, cuanto por el hecho de que la trata de seres humanos tuviese suficiente entidad pastoral como para ser el objeto de una delegación diocesana.

Posteriormente, cuando el 28 de Septiembre, en la apertura del curso pastoral 2024-25, Don Florencio habló sobre sus sueños para nuestra Iglesia diocesana, explicó el sentido que quería dar a ese nombramiento, o, por mejor decir, a la creación de esa delegación. Dentro del punto 7 de su discurso programático, los pobres y la diócesis, afirmó: Que [nuestra diócesis] no se olvide de los pobres con rostro. Los inmigrantes, los sin techo, los enfermos, los transeúntes, los presos.  Con lo que nos recordaba que hay muchas clases de pobreza, que la vulnerabilidad tiene muchas caras.

Y,  dentro de ese contexto, añadió: Se ha desligado también  de migraciones la delegación de trata, de nueva creación, pues el mundo de la trata maneja más dinero que el propio mundo de la droga. Es un mundo bestial, es un mundo inhumano. Por eso yo he querido dar un protagonismo, porque en zona de turismo  hay mucha trata, y trata también de menores o trata por tema natural.

Algunos sabemos, otros muchos no lo saben y otros fingen no saberlo, que esa explotación de seres humanos, sobre todo de mujeres, por la trata, no es un fenómeno lejano; sino que, aunque oculto existe en pisos de nuestras calles y nuestros barrios. Y todo lo que la Iglesia haga, junto con todas las personas y todos los grupos que trabajan contra esa lacra, será poco.

Dado que tanto la nueva delegación como nuestro secretariado dependen de la Vicaría de Pastoral Social, y dado que el secretariado trabajaba hasta ahora también en el ámbito de la lucha contra la trata, esperamos que ambas entidades pastorales colaboraremos en todo lo que sea necesario.

Como recuerdo, mencionar que, en nuestra diócesis, trabajan en este sentido las Oblatas y Villa Teresita. Antes, también lo hacían las Adoratrices; pero en su antiguo convento lo que hay actualmente es un hotel.

 

 

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