No ya no socorrerlos, sino hundirlos para que no lleguen
IN MEMORIAM
El buque Adriana había zarpado de Libia y se hundió la madrugada del 14 de junio de 2023 ante la costa del Peloponeso griego, con unas 750 personas a bordo, procedentes sobre todo de Siria, Pakistán y Egipto. Murieron 646 y sobrevivieron 104. Se recuperaron 82 cuerpos.
Varias ONGs, entre ellas Amnistía Internacional, Humnan Rights Watch y Forensic Archicture, sostienen que los guardacostas griegos no solo no socorrieron al pesquero cuando debían, sino que podrían haber causado de manera directa el hundimiento del barco durante la maniobra que se llevó a cabo para remolcarlo. Los guardacostas apagaron las cámaras de seguridad que deberían haber grabado el rescate y requisaron los dispositivos móviles de los supervivientes que lo habían grabado.
53 de los sobrevivientes presentaron en septiembre una denuncia penal para que las autoridades griegas realicen una investigación independiente sobre la actuación de los guardacostas. También lo ha pedido la Comisión Europea. Pero el gobierno griego no ha hecho nada para que la investigación se inicie.