La «cumbre» Vaticano – Canaria tuvo lugar por fin

Migrantes de las Canarias piden ayuda al Papa para fomentar la empatía

Dos misivas, una de Mamadou, un guineano que desembarcó en 2008 y ahora es mediador cultural, y otra de un grupo de jóvenes africanos, fueron entregadas a Francisco por el presidente Fernando Clavijo, recibido en audiencia en el Palacio Apostólico.

Salvatore Cernuzio – Ciudad del Vaticano

FUENTE: Vatican news en español, 15 enero 2024

«No soy nadie para pedirle nada a Su Santidad, pero si usted lo ve oportuno y conveniente, podría dedicarles unas palabras de aliento al pueblo africano, ya que dada la postura privilegiada que posee, sería escuchado en todo el mundo, un gran altavoz para acercar posturas entre África y Europa culturalmente hablando, fomentar la empatía y divulgarla». Con estas palabras Mamadou Malal Diallo se dirige en una carta al Papa para pedirle que sea su voz y la de los demás inmigrantes africanos que han desembarcado en Canarias.

El texto -una página escrita en un ordenador, con la fecha de hoy, 15 de enero de 2024- fue entregado esta mañana a Francisco por el presidente de Canarias, Fernando Clavijo Batlle, recibido en audiencia en el Palacio Apostólico. Junto a él, el vicepresidente Manuel Domínguez González y su séquito, se encontraban tres obispos, Bernardo Álvarez, José Mazuelos y Cristóbal Déniz, en representación de la Iglesia canaria, fuertemente comprometida con la emergencia migratoria con centros de acogida y reparto de alimentos y ropa.

Los mensajes de los migrantes

La audiencia duró unos 40 minutos y, al final, se pusieron en manos del Pontífice dos cartas: la de Mamadou, un guineano que cuenta su historia -desde su llegada en 2008, la barrera del idioma, el choque cultural y «la falta de oportunidades existentes para la gente como yo», hasta su actual trabajo como mediador cultural e intérprete- y la de un grupo de migrantes africanos, algunos de ellos incluso menores, que viven en El Hierro, la llamada Isla del Meridiano. Es decir, la isla más pequeña de todo el archipiélago que, sin embargo, se ha convertido en un punto de llegada directamente buscado por quienes afrontan la peligrosa «Ruta Atlántica» y que en sus costas ve un flujo continuo de desembarcos: más de 1.100, en octubre, en sólo 48 horas; 650 el pasado sábado.

Saturados, pero dispuestos a acoger

Todo un drama para una tierra y una población que se dicen «saturadas», pero que siguen dispuestas a mostrar acogida, solidaridad y entereza hacia personas que huyen del hambre, la sed y la muerte. Así lo expresan los propios jóvenes en la carta cuando, contando que han tenido que dejar casa y familia que «echamos mucho de menos».

«No ha sido fácil dejarles, pero allí corremos peligro, no podemos estudiar, no hay trabajo para darle de comer a la familia, es muy difícil continuar allí sin que nuestro corazón deje de creer en la oportunidad», dicen. Y en letras mayúsculas escriben «GRACIAS DE CORAZÓN» a todas las personas de la isla de El Hierro «que nos apoyan, ayudan y nos animan a seguir luchando por cumplir nuestros sueños». «Queremos poder estudiar y después, cuando seamos mayores, trabajar para ayudar a nuestras familias», agregan en el texto.

Cooperación y desarrollo para África

El presidente informó de todo ello al Papa, que se mostró atento, interesado y muy preocupado por la situación, según relató el propio Clavijo a un grupo de periodistas reunidos en la Plaza de San Pedro inmediatamente después de la cita en el Palacio Apostólico. «El vicepresidente (Manuel Domínguez González, ed.) y yo pudimos hablar de que el problema de la emigración desde África se puede resolver en África, que necesitamos políticas de cooperación y desarrollo», explicó el presidente, asegurando que nunca se olvidará «la humanidad», es decir, la conciencia «de que hay personas que intentan huir del hambre, de la muerte y de la miseria, y que el pueblo canario también fue emigrante».

El apoyo del Santo Padre

Por su parte, el Papa Francisco -que ya en una carta del 20 de noviembre de 2023 agradeció a los obispos canarios y a todos los habitantes «por haber abierto las puertas de sus corazones a los que sufren»- ‘no sólo reconoció la solidaridad del pueblo canario, su compromiso con los más débiles y desfavorecidos, sino que también nos dijo que reza para que el problema se resuelva, tanto desde el punto de vista del flujo de personas que se aventuran en la Ruta Atlántica, que es «altamente mortal», como desde el punto de vista del apoyo a la acogida». «Estamos hablando de que en 2023 llegarán a nuestras costas 40.000 personas, el 70% de todos los inmigrantes que llegan a España, y cada día mueren 16 personas en el intento de encontrar un futuro mejor», señala Clavijo.

Trabajar juntos

«Nosotros solos no somos capaces de gestionar una situación así», se hace eco el vicepresidente Domínguez. ‘Estamos saturadísimos, estamos haciendo todo lo que podemos para ayudarles, hay solidaridad pero estamos haciendo todo lo que podemos’. La esperanza de los dirigentes de las islas es que la visita de hoy al Papa pueda «servir para que las instituciones europeas, el Gobierno español y otros países europeos tomen conciencia de la realidad de África, un continente que con la sequía, las guerras, la inestabilidad política, es un problema que o trabajamos seriamente en cooperación o va a seguir durante mucho tiempo», dice Clavijo.

El drama de los menores no acompañados

El propio Papa Francisco, como dijeron sus invitados a los periodistas, «nos transmitió que es esencial y necesario ser conscientes de que en África hay que aplicar políticas de desarrollo para evitar que la gente tenga que huir en busca de un futuro mejor. Rezará por ello y le estaremos eternamente agradecidos». El Papa -que siempre pidió no cerrar las puertas pero, al mismo tiempo, evaluar la sostenibilidad de cada país de llegada- «era muy consciente de lo que estábamos sufriendo en nuestra región» en relación con el tema de los menores no acompañados. Uno de los asuntos que más pesan en Canarias en estos momentos. «Fue una gran sorpresa que el Papa estuviera tan atento a un tema tan particular como el nuestro».

La invitación a visitar el archipiélago

Entre saludos, bendiciones y regalos -entre ellos, una bula papal de 1462 que autoriza al obispo de Canarias a excomulgar a quien esclavice a los aborígenes, los guanches, y un paquete de dulces de La Laguna-, el presidente y el vicepresidente no dejaron de invitar al Pontífice a recalar en el archipiélago: «Le hemos invitado y me gustaría que lo hiciera. También he pedido a los obispos que le inviten».

 

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