Una película mexicana contra la trata de niños

Equipo de Sound of freedom

«Esta película ha salvado vidas desde el día uno: se rescató a muchos niños»

Llega a España la última película de Alejandro Monteverde y Eduardo Verástegui. Este la ha aprovechado para combatir la trata de niños en su México natal, donde también aspira a las elecciones

María Martínez López / @missymml Madrid

FUENTE: Alfa & Omega, nº 1325, 12/18 Octubre 2023, pág. 24

Los mexicanos Alejandro Monteverde (director) y Eduardo Verástegui (productor) han vuelto a unir fuerzas para rodar Sound of freedom, que se estrenó en España el 11 de octubre. Se basa en un episodio real de la vida de Tim Ballard, un policía que da el salto de combatir la pornografía infantil a rescatar niños de la trata. En el reparto hay también un español, el madrileño Javier Godino.

Esta película es la más diferente desde las que han hecho, por el género policiaco y de acción y por el tema. ¿Por qué eligieron el tráfico de niños?

—Eduardo Verástegui: Queríamos lanzar un mensaje para salvar vidas creando conciencia sobre esta terrible realidad de millones de niños esclavos en el mundo, violados de diez a 15 veces al día o destrozados para vender sus órganos. El primer paso para erradicarlo es crear conciencia, abrir los ojos. Luego hace falta el trabajo conjunto de todos. Si queremos acabar con la trata tienen que participar gobiernos, sociedad civil, artistas, periodistas, padres de familia…

Pero no ha sido fácil. Una vez rodada tardaron cinco años en encontrar distribuidores. Pero ya antes tuvieron problemas de financiación.

—Alejandro Monteverde: Cuando haces una película que desde el principio grita que no es comercial, ningún inversor quiere dar dinero a fondo perdido. A veces no había recursos para seguir. Eso causa un estrés muy fuerte. Pero la convicción era más grande y aquí estamos.

Javier, usted interpreta a un policía colombiano que ayuda al protagonista a entrar en un mundo muy sórdido. ¿Tenía idea antes de la magnitud del problema de la trata?

—Javier Godino: Tengo mucha gente cercana que ha sufrido abusos, por eso hay un tema personal para mí y me crea una responsabilidad. Pero el mundo de la trata no lo conocía. Al capturar a unos pedófilos se habla de las horas de vídeo que tenían. Pero, ¿dónde están esos niños? El otro día en una búsqueda rápida me salía que cada año desaparecen 200 en España. Cuando fuimos a Colombia a rodar empezamos a mirar desde ese prisma. Por ejemplo, al ver a chicas adolescentes en los lugares turísticos pensaba que a lo mejor se estaban ofreciendo. La prostitución está muy relacionada con la pobreza. Y la trata es aún peor. A todos nos revuelven estos temas. Por eso la película tiene tanto éxito. Desactiva todo tipo de prejuicios. Es más grande que cualquier ideología, porque nos une a todos. Nadie puede estar en desacuerdo sobre que hay que proteger a los niños.

¿Están satisfechos con los frutos?

—E. V.: Mucho. Imagínate después de ocho años verla de número uno. Quien más la apoyó en Estados Unidos fue la prensa hispana, consciente de que las mayores víctimas son los niños mexicanos y centroamericanos. También ha salvado vidas desde el día uno. En México hice una campaña donde presentábamos la película a los gobiernos estatales y firmábamos con ellos un convenio de buena voluntad contra la trata infantil. Una semana después llegaba Tim Ballard a trabajar con su organización. Se rescató a muchos niños.

Otro obstáculo para la película ha sido la dimisión de Tim Ballard de su organización, OUR, por acusaciones de acoso a trabajadoras.

—E. V.: Ballard hizo un acto heroico para salvar a una niña. Este movimiento y los niños no pueden ser eclipsados por los errores de una persona relacionada con el proyecto. Hay que separar el mensaje del mensajero. No es una película sobre ángeles.

Usted mismo, Alejandro, reconoció también que ciertas declaraciones de Jim Caviezel próximas a teorías conspirativas les habían perjudicado. ¿Pudieron hacer control de daños?

—A. M.: No me gusta la palabra «control». Ahí está la libertad de expresión de cada uno. Hay dos formas de reaccionar ante cosas así: defenderte o volver a poner el foco en la razón por la que hicimos esta película, que son los niños y decir: «Esto está pasando». El núcleo del filme no es Ballard. De hecho, cuando empezamos a escribirla no iba sobre él.

Eduardo, ¿esta experiencia es la que le ha animado a presentarse a las elecciones presidenciales en México?

—E. V.: Totalmente. Lo normal sería pasar al próximo proyecto. Pero no puedo dejar de mirar cómo acabar con este problema. Me cansé de tocar a la puerta del Gobierno de mi país y cuestionarles sobre qué están haciendo, que es nada. Mi principal bandera será proteger a los niños de México. Hay 21.000 menores desaparecidos. El 60 % de la pornografía infantil que se consume en el mundo se produce allí. Por eso tomé la decisión. Para presentarme como candidato independiente necesito un millón de firmas antes del 6 de enero.

Es posible regalar entradas

Ángel Films, distribuidora internacional de Sound of freedom, asegura que millones de personas han podido disfrutar de la cinta de forma gratuita gracias al sistema Cadena de Favores que han diseñado: a quien le guste la película puede pagar con antelación entradas para que quien desee verla y no pueda permitírselo las canjee a través de su página web (angel.com) para cualquier cine del mundo.

«No es algo que me apeteciera», reconoce Alejandro Monteverde. «Pero decidí confiar en los distribuidores y respeto mucho su valentía por atreverse a poner un vídeo al final de la película, pues yo pensaba que iba a sacarles de la experiencia de verla». En el vídeo se ofrece un código QR para que los espectadores accedan al programa y dejen pagadas las entradas que quieran. «No sabemos el porcentaje de los ingresos que viene de ahí», reconoce el director. «Pero es fácil comprobar que la gente saca el móvil para participar».

 

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