Y Francia no es la única: otros países europeos echan el cerrojo a la inmigración
Las políticas cada vez son más restrictivas y se basan en una amplia gama de políticas
S.I.
FUENTE: ABC, 20/12/2023
Durante los últimos meses, el agravamiento de la crisis migratoria ha provocado que varios países europeos refuercen las medidas para frenar los movimientos. Se trata de una dinámica que se puede encontrar en varios lugares.
Italia quiere abrir centros migratorios en Albania
Al igual que el británico, el Gobierno italiano también mira más allá de sus fronteras para resolver la cuestión migratoria. En este caso, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, firmó a principios de noviembre un acuerdo con su homólogo albanés, Edi Rama, para abrir en Albania dos centros de detención de inmigrantes irregulares rescatados del Mediterráneo. Sin embargo, el Tribunal Constitucional suspendió el pacto a principios de diciembre, tras el recurso de los diputados de la oposición.
Suecia plantea una reforma dura y ambigua
En un salto hacia adelante sin precedentes, el Gobierno sueco ultima un proyecto de ley que permitirá retirar el permiso de residencia y, en la práctica, expulsar, a todos los inmigrantes que no se comporten «honorablemente». Con esa definición tan ambigua, podrían verse afectados por la medida los extranjeros. El Ejecutivo ha citado como ejemplos el fraude en materia de beneficios sociales, el endeudamiento, la simpatía por redes criminales, el abuso de drogas o la «intención deshonesta».
Dinamarca apuesta por retirar las ayudas
Uniéndose a la tendencia en otros países europeos, la primera ministra danesa, la socialdemócrata Mette Frederiksen, también anunció en septiembre una serie de medidas destinadas a endurecer sus políticas migratorias. Por ejemplo, como contó Rosalía Sánchez, propuso retirar las ayudas públicas y los subsidios a los inmigrantes que no trabajan ni cotizan en el sistema público. La mandataria envolvió su decisión en el deseo de equilibrar un sistema social donde pesa la ayuda a los inmigrantes y refugiados.
Finlandia se blinda por la presión de Rusia
Ante las crecientes tensiones con Rusia, Finlandia anunció en noviembre el cierre de la mitad de sus pasos fronterizos con el país vecino, pues teme que la llegada masiva de inmigrantes irregulares sea una campaña orquestada por el Kremlin para desestabilizar y provocar una crisis. Lo cierto es que no se trata de una situación inédita, pues, en noviembre de 2021, Bielorrusia consintió la concentración de inmigrantes de Oriente Próximo y de África en la línea de frontera con Polonia.
Alemania pretende realizar deportaciones
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, ha apostado en los últimos tiempos por un endurecimiento de su política migratoria, lo que se traduce en plantear las posibles externalizaciones de la gestión migratoria en el futuro. Por el momento, se ha optado por las deportaciones masivas, para lo que Scholz ha cerrado acuerdos con Nigeria y la ministra del Interior, Nancy Faeser, con Marruecos.
El Reino Unido y sus acuerdos con Ruanda
A pesar de que los reveses judiciales han sido severos, el primer ministro británico, Rishi Sunak, insiste en su objetivo de enviar a Ruanda a los inmigrantes y solicitantes de asilo que crucen de manera ilegal el canal de la Mancha. En noviembre, el Tribunal Supremo tumbó la medida, pero el Gobierno conservador no se rinde y, a principios de diciembre, firmó un acuerdo con Kigali para tratar de sacar el plan adelante.
