Refugiados climáticos

Más de 20 millones de personas huyen de sus hogares cada año por fenómenos meteorológicos provocados por el cambio climático, según datos de ACNUR. La mayoría se desplaza en su propio país, pero muchos buscan refugio en otros países. Se concentran en países del Sur.

Son más desplazados que los del total de conflictos armados que hay en el mundo. Se les llama “refugiados climáticos”, pero no existe ninguna regulación jurídica que los ampare ni son objeto de ninguna protección internacional. Hay algunos instrumentos jurídicos parciales, como la Convención de Kampala (Uganda) firmada por la Unión Africana, pero la mayoría son regionales o no vinculantes.

El cambio climático no afecta a todos por igual, ni todos contribuimos de igual manera a él. Occidente sigue siendo el gran contaminador, mientras que los países más vulnerables a sus efectos se encuentran en el Sur y en las zonas más deprimidas económicamente.

Los niños y las mujeres son los más afectados por las catástrofes medioambientales. Unicef advierte de la inminente crisis humanitaria causada por el clima en África oriental y meridional, donde 45 millones de niños y niñas están en riesgo de sufrir una mala salud, desnutrición, desplazamiento y pérdida de aprendizaje.

En los últimos 20 años las necesidades de financiación para ayuda humanitaria ante crisis provocadas por condiciones meteorológicas extremas se han multiplicado por ocho, según Médicos Sin Fronteras, mientras la financiación actual para la adaptación al cambio climático es entre cinco y diez veces inferior a lo necesario.

 

 

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