Política antiinmigratoria, política suicida
Bulos contra la inmigración
Son hordas de ilegales que vienen a quitarnos el trabajo, que se llevan en subvenciones el dinero de nuestros impuestos, que ocupan viviendas o se dedican a la delincuencia… Es parte del discurso del odio que nos envuelve y nos corroe, acompañado de bulos propalados por la derecha y la extrema derecha políticas. Los últimos días hemos tenido que escuchar el vergonzante slogan de “Más muros y menos moros”.
Y el mensaje va calando.
- Los españoles creemos que los inmigrantes son el 28% de la población, cuando en realidad son el 16%.
- Creemos que el 40% están desempleados, cuando lo están el 23%.
- Creemos que el 48% de ellos reciben ayudas sociales de la administración pública, pero solo las reciben el 11%.
Así lo indica un reciente estudio del centro de investigación Iseak, que pone de manifiesto la intención de esos grupos políticos de sobreestimar los efectos negativos de la inmigración, queriendo hacer creer que precariza el empleo y consume el gasto público.
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Parece mentira que se lancen estos bulos y, en general, que exista una campaña contra la inmigración, cuando España, igual que el resto de Europa, envejecida y con una natalidad bajísima, está ya necesitando, y necesitará cada vez más, mano de obra para trabajos que, por una parte los españoles nativos no quieren, y que, por otra, están ya siendo objeto de una publicidad de la oferta de esos trabajos. Uno entre esos sectores, que no se puede silenciar, es el de la agricultura en los pueblos de la “España vaciada”, sector esencial pues de él depende la alimentación. Pero hay muchos otros en la misma situación.
¿Querrán esos profetas de mal agüero que España se convierta en un asilo de ancianos, pero sin cuidadores ni enfermeras?
