Comentario a un artículo de Arturo Pérez Reverte
La inmigración musulmana en Europa
Leí ayer (11 Agosto 2024) un artículo del académico, novelista y periodista Arturo Pérez Reverte en el suplemento XLSemanal de hace dos semanas sobre la inmigración musulmana en Europa. Me llamó la atención su extensión, doble de la habitual en su columna semanal. Y, en compensación por el espacio ocupado, he visto que en el número siguiente su firma no aparece.
El artículo es verdaderamente interesante, porque describe cuatro actitudes, equivocadas las cuatro, que Europa (la sociedad europea y no sólo sus instituciones) está teniendo hacia ese fenómeno.
Por una parte reconoce que la emigración ha existido siempre en la historia y que es un fenómeno imparable. Además reconoce que, en Europa, es absolutamente necesaria, dado el envejecimiento de la sociedad europea y su escasísima natalidad. Sin la inmigración, Europa se condenaría al suicidio, a una triste agonía de un asilo de viejos sin personal para atenderles y cuidarles. .
También reconoce que esa inmigración es en gran número musulmana. Más aún, augura que la civilización musulmana va a acabar dominando sobre la “antigua” civilización europea. Y no es esto lo que le preocupa, ya que siempre unas civilizaciones, en su decadencia, han sucumbido ante otras más pujantes.
Lo que le preocupa es que, por falta de integración de esos inmigrantes, en vez de asimilar lo bueno de la cultura europea sobre la libertad y el respeto de los derechos humanos, acaben sustituyéndolos por aspectos detestables de su cultura, concretamente de homofobia y sobre todo de explotación de la mujer.
De donde, explícita o implícitamente, describe y critica cuatro actitudes erróneas:
1) La de la extrema derecha, que inútilmente, se opone a la inmigración.
2) La de las instituciones europeas y de muchos gobiernos de naciones de la UE, que sin oponerse frontalmente como la extrema derecha a toda inmigración, le pone tantas cortapisas que convierte la migración en una macabra lotería a vida o muerte.
3) La del capitalismo salvaje que acepta a los inmigrados cuando los necesita para explotarlos como mano de obra barata.
4) La de cierta izquierda sectaria y miope que, en la práctica, bendice y justifica o por lo menos excusa, todo lo musulmán, y no sólo con los abusos homófobos o machistas de musulmanes inmigrados, sino los de las dictaduras islámicas de muchos países.
Nótese que las tres primeras provocan en los migrantes sentimientos bien justificados de rechazo, de no sentirse a gusto en el país al que han llegado. Y, como consecuencia, en unos países más que en otros, dan origen a la formación de guetos cerrados, resentidos, vacunados contra la integración y muy tentados a la delincuencia. Fenómeno que se está dando incluso en la segunda generación, la de los ya nacidos en el país al que llegaron sus padres.
La quinta actitud, la única acertada, habría sido la de la aceptación con vías a la integración. O, siguiendo al Papa Francisco, la acogida, la protección, la promoción y la integración. Y, con la integración, la superación de esas aberraciones. Actitud que es la de la Iglesia Católica y la de muchas ONGs.
Pero Pérez Reverte cree que esta actitud no tiene la capacidad de anular a las otras cuatro. Por eso él es pesimista, en el sentido de que cree que ya es demasiado tarde para variar el rumbo y que vamos, por desgracias, hacia esa sociedad europea islamizada con sus peores aspectos, porque no se supo o no se quiso adoptar la actitud correcta.